No con quien naces, sino con quien paces.
Proverbio
Allá en mis años mozos adiviné del Arte la armonía y el ritmo, caros al musageta, y, pudiendo ser rico, preferí ser poeta. ¿Y después? He sufrido, como todos, y he amado. ¿Mucho? Lo suficiente para ser perdonado.
Amado Nervo
Cuando fui con todos mis kilos de sonatas y sinfonías bajo el brazo y se los di, le dije: Maestra, éste es mi premio, lo recibí yo, en fin, aquí están mis obras.
Astor Piazzolla
Estamos listos para cualquier hecho imprevisto que pudiera, o no, ocurrir.
Dan Quayle
De la edad madura, lo mejor que puede decirse es que la persona que ha llegado a ella, probablemente ha aprendido a reírse un poco, a pesar de sus propias cavilaciones.
Don Marquis
Todos los amores van hacia el amor propio, como los ríos al océano.
Eleuterio Manero
¿Para qué derriba con trabucos los lugares el que tiene las llaves del reino de los cielos?
Erasmo de Róterdam
No será difícil que Valdano y Zidane estén conmigo.
Florentino Pérez
Era sabido, cualquier revolución llevaba a otra de signo contrario.
Jonas Jonasson
Ningún tirano haría progresos si no hubieren malvados que conducidos por el egoísmo y arrastrados por el torrente de la pasiones antisociales, no sirviesen de apoyo al trono erigido por los déspotas entre las ruinas de la virtud y derechos más augustos del hombre.
Juan José Castelli
Un hombre sin un voto es un hombre sin protección.
Lyndon B. Johnson
Nos quedaremos en Libia para vivir o para morir.
Muamar el Gadafi
Cada actor muy íntimamente cree todo lo mal que escriben de él.
Orson Welles
Estoy feliz por ser un jugador importante para el Milán.
Robinho
Sí, hubo oportunidades, estoy seguro que habían, en donde había que mandar todo a la mismísima mierda. Pero al final, cuando había dudas, me lo inyectaba, o lo mandaba a la mierda. Lo enfrenté todo, y lo hice a mi modo.
Sid Vicious
Si se atuvieran a la propia experiencia, sentirían siempre que eso no es lo que quieren, que no hay nada más aburrido y pueril e inhumano que el amor, pero, que al mismo tiempo, es bello y necesario.
Virginia Woolf