El buey suelto bien se lame.
Proverbio
Me propuse alejar de mí toda sospecha relativa a sentimientos de ambición que nunca tuve.
Agustín de Iturbide
No hay más que dos especies de hombres: una, la de los justos que se creen pecadores, y otra la de los pecadores que se creen justos.
Blaise Pascal
El bien acertar es do consiste la ventura.
Cristóbal de Castillejo
Que Dios se apiade de mis enemigos porque yo no lo haré.
George Patton
No temo a la muerte porque no creo en ella. Pienso que solo es salir de auto para entrar en otro.
John Lennon
La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno.
John Milton
La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración.
Juan Pablo II
Hubo un tiempo en que las actrices intentaban convertirse en divas. Hoy las divas intentan convertirse en actrices.
Laurence Olivier
Estudio mucho a la mujer desde años atrás y cada día desespero más de sentir alguna vez como ella siente, de sentir siquiera por un instante una de esas emociones de gracia con respecto a sí mismas o al vivir de otros o de desesperación absoluta, que el hombre no conoce. ¿Cómo será ser mujer?
Macedonio Fernández
Más difícil aún que llevar una vida ordenada es imponérselo a otros.
Marcel Proust
Vienes a verme como una dama caritativa que va a ver a los pobres tapándose la nariz con un pañuelo perfumado.
Miguel Campion
Lo peor que le puede pasar a un religioso es una doble vida, sea rabino, cura o pastor. En una persona común, puede suceder que tenga su hogar acá y su nidito allá y que no parezca tan condenable, pero en un hombre religioso es absolutamente condenable.
Papa Francisco
El artista simplemente necesita que lo animen, lo engatusen y lo apoyen para crear un arte mejor.
Seth Godin
La verdad quizá esté ahí fuera pero las mentiras están en tu cabeza.
Terry Pratchett
Allí, en el centro de ese silencio, encontraba no la eternidad, sino la muerte del tiempo, y una soledad tan profunda que la palabra misma perdía todo sentido.
Toni Morrison