Un clavo saca a otro clavo.
Proverbio
Ciegos humanos, semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas hechas de barro deleznable, míseros mortales que, privados de alas, pasáis vuestra vida fugaz como vanas sombras o ensueños mentirosos.
Aristófanes
Hacer música es como hacer el amor; el acto es siempre el mismo, pero en cada ocasión es diferente.
Arthur Rubinstein
El que es parco en palabras es pródigo en sentido.
Benjamin Disraeli
Nunca supe sobre mi padre. Ni siquiera he visto una imagen de él.
Eminem
Me siento sólo y culpable de haber sobrevivido.
Enzo Ferrari
La superioridad física era una cualidad ridícula comparada con la capacidad de influir en las convicciones.
Fernando Trujillo Sanz
En ciertas estaciones me retiro a un islote, de una hora de circuito y de una elevación prodigiosa, que en crestas acolumnadas se levanta sobre el profundo del mar Mediterráneo. Vase la barca y yo me quedo allí solo por unos días, para unirme con Dios y su Iglesia, en fe, esperanza y amor.
Francisco Palau y Quer
Que nadie se engañe: decir buenos días ya es hacer literatura.
Joan Fuster
Los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenzados.
John F. Kennedy
Es tal la condición del hombre, que da siempre más crédito a los pocos que aprueban sus hechos que a su conciencia y a los muchos que se los condenan.
Juan de Mariana
Aquella Eva que un día se descubrió a sí misma con horror completamente desnuda a la sombra del árbol de la ciencia ha tenido que darse una vuelta por toda la historia para poder volver al paraíso llena de fascinación con liguero de encaje.
Manuel Vicent
El radio ya ha dejado de ser un elemento nuevo, ya tiene más de veinte años, pero las condiciones de su descubrimiento fueron de alguna manera peculiares.
Marie Curie
La ventaja de las emociones es que nos llevan por el mal camino, y la ventaja de la ciencia es que excluye la emoción.
Oscar Wilde
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, cuando los besos fueron el motor de arranque.
Ricardo Arjona
La experiencia confirma nuestra afirmación de que el contenido más frecuente de nuestros sueños se halla constituido por aquellos objetos sobre los que recaen nuestras más ardientes pasiones.
Sigmund Freud