Las palabras se las lleva el viento.
Proverbio
Las palabras pueden ser como los rayos X si se emplean adecuadamente: pasan a través de todo. Las lees y te traspasan. Ésta es una de las cosas que intento enseñar a mis alumnos: a escribir de manera penetrante.
Aldous Huxley
La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones.
Arthur Schopenhauer
Pero los sentimientos más elevados de la mente, las operaciones del entendimiento, las diversas agitaciones de las pasiones, aún cuando son diferentes en sí mismos, fácilmente sen nos escapan cuando la reflexión los examina.
David Hume
En la vida es necesario proveerse de razón o de un ronzal.
Diógenes
Sucede con frecuencia que la posesión mata los más grandes poemas del deseo, a cuyos sueños corresponde raramente el objeto poseído.
Honoré de Balzac
El problema es que la televisión amalgame y convierta en papilla informe la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión.
Jean Renoir
Quien deja una casa por seguir la vocación encuentra ciento.
Juan Bosco
El humorismo no es una facultad del espíritu sino del corazón.
Ludwig Börne
Más allá del infierno cincuenta leguas, hay un infierno aparte para las suegras.
Melchor de Palau
La cultura se crea en los pueblos y se destruye en las ciudades.
Miguel Delibes
¿Acaso no distinguís entre la devoción y la hipocresía? ¿Queréis tratarlas a ambas con igual idioma y rendir el mismo honor a la máscara que al rostro, igualar el artificio a la sinceridad, confundir las apariencias con las verdades, estimar al fantasma como, a la persona y a la moneda falsa como a la buena?
Molière
El arte de la vida es ser feliz con poco.
Phil Bosmans
Estamos todas las islas gritándonos mentiras entre nosotras a través de mares de incomprensión.
Rudyard Kipling
Desea siempre y pide que en ti se cumpla perfectamente la voluntad divina.
Tomás de Kempis
La constante pérdida le hace depender de mí como la única cosa segura a que aferrarse, y si esto y fuera un poco más de lo que él calcula, se pone en un estado mental desastroso.
Zenobia Camprubí Aymar