Las cosas de palacio van despacio.
Proverbio
No hay alguno tan sabido que sepa lo que le basta.
Alonso de Barros
La arquitectura es la transformación de un ladrillo sin valor a un ladrillo de oro.
Alvar Aalto
La soberanía no se discute, se defiende con las armas en la mano.
Augusto César Sandino
Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.
Baltasar Gracián
Genio. Déjalo, por favor. Todo eso es inútil; no te esfuerces en vano con éste. (Escritos de crítica religiosa y política).
Erasmo de Róterdam
¿Donde está la belleza? Allí donde uno tiene que querer con toda la fuerza de voluntad; allí donde uno quiere amar y perecer, para que tal imagen deje de ser nada más que imagen. Amar y perecer; desde todas las eternidades lo uno está ligado a lo otro.
Friedrich Nietzsche
Cuanto más adelantada está una sociedad en la senda de los progresos materiales, tanto más fácil es que caiga en la abyección, en la demencia y en la tiranía, si se pierde el sentido moral y las virtudes públicas la abandonan, porque cuando los dioses se van, no se van solos; la dignidad humana los acompaña.
Gaspar Núñez de Arce
No somos sólo cuerpo, o sólo espíritu, somos cuerpo y espíritu a la vez.
George Sand
Una vida con significado, una muerte gozosa.
Gueshe Kelsang Gyatso
Estoy completamentamente preparado para ser comandante en jefe... Yo no necesito entrenamiento en el trabajo.
John McCain
La democratización de la cultura es brindar todos los medios para que el mayor número de personas pueda amar a Sófocles, Shakespeare o Racine, no suprimir a Sófocles, Shakespeare o Racine.
Nicolas Sarkozy
Cristo nos amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima.
Pablo de Tarso
El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegría. Caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto.
Pablo Neruda
Perdona si no te acompaño, pero cada uno toma el camino que puede.
Tiziano Ferro
El amigo en mi adversidad siempre será mayormente apreciado. Puedo confiar mejor en los que ayudaron a aliviar la tristeza de mis horas de oscuras que los que están tan dispuestos a disfrutar conmigo el sol de mi prosperidad.
Ulysses S. Grant