No hay rosa sin espinas.
Proverbio
Las ciencias de los ingenieros son aquellas que dan los modos del conocimiento en las direcciones y los métodos en la facilidad para remover los obstáculos para la invención de esta arte y su exteriorización in actu en los cuerpos físicos y sensibles.
Al-Farabi
Hoy te ríes de quien quiere disfrazar tu espíritu, tu estampa en una rubia tonta que no sabe que es pensar.
Amaia Montero
Desvió la mirada, pero no lloró; o si lo hizo, rechazó las lágrimas como lo haría un demonio, con sus zarpas ardientes, cuando ve llegar una nueva víctima para la tortura y, arrepintiéndose de su arrepentimiento, rechaza la mancha de la compunción y se apresta a su tarea con renovada diligencia.
Charles Maturin
La vida de rico es muy chata.
Fernando Henrique Cardoso
En la existencia del hombre no hay realidad que no sea hija de su propia alma creadora.
Franz Werfel
En el camino me puse a reflexionar sobre las máximas que acababa de oír, no concibiendo para las virtudes una base más sólida que el pundonor, el cual, a mi juicio, las abarcaba todas.
Jan Potocki
Romantica nací y nunca cambiare con todas mis virtudes y defectos ya lo se aunqe con mi soledad no le temo al reloj me siento realizada y feliz tal como soy.
Jenni Rivera
Un líder de verdad es alguien que nos puede ayudar a superar las limitaciones de nuestra pereza individual y de nuestro egoísmo y debilidad y miedo y lograr que hagamos cosas mejores, y más difíciles que las que podemos hacer por nosotros mismos.
John Carlin
Todo un músico puede hacer es acercarse a las fuentes de la naturaleza, y así sentir que está en comunión con las leyes naturales.
John Coltrane
El hogar está donde está el corazón.
John Green
El destino es una buena cosa cuando todo te va bien, cuando eso no es así, no se le llama destino, se le llama injusticia, traición o simplemente mala suerte.
Joseph Heller
El libro que haré leer a la gente es el libro del corazón, el cual contiene la clave del misterio de la vida.
Meher Baba
Nada nos hace más vulnerables que la soledad, excepto la avaricia.
Thomas Harris
Cada mañana cuando nos despertamos, nacemos.
Tita Merello
Entérate que tengo mucha sed y que sólo podré abrir cuando la haya saciado. Necesito la sangre de cincuenta niños: tómalos de entre los hijos de tus visires y los grandes de tu Corte... Ni mi sed ni tu curiosidad estarán satisfechas. Regresa, pues, a Samarah; tráeme lo que deseo; arrójalo tú mismo a este abismo; entonces verás.
William Beckford