La ocasión hace al ladrón.
Proverbio
Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos.
Alberto Durero
Una sociedad puede existir -muchas de ellas existen- sin escribir, pero ninguna sociedad puede existir sin la lectura.
Alberto Manguel
Las penas y las vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas.
Atahualpa Yupanqui
Érase el mejor de los tiempos y el más detestable de los tiempos; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos y nada poseíamos.
Charles Dickens
Tengamos en cuenta que la virtud, el saber, el amor a la libertad son las cualidades que desencadenan la fatal venganza de los inquisidores y que, cuando las mismas son destruidas, dejan a la sociedad en la más vergonzosa ignorancia, corrupción, y sometimiento.
David Hume
Lo que España vota ¡va a misa!
El Gran Wyoming
La verdad empieza por un conflicto con la policía, y termina cuando los llamamos para que intervengan.
Emil Cioran
Esos enjambres de tantos colores de piel pertenecen todos a una misma raza, la de los damnificados por la brutalidad humana y atropellados por el carro atroz de la historia.
Fernando Savater
El silencio del pueblo es una lección para los reyes.
Jean Baptiste de Beauvais
La experiencia es el resultado, el signo y la recompensa de esta interacción del organismo y el ambiente, que cuando se realiza plenamente es una transformación de la interacción en participación y comunicación.
John Dewey
El defecto más grave del hombre es la ingratitud.
José Ortega y Gasset
No será grande quien no tuviere grande tolerancia.
Juan Eusebio Nieremberg
Cuando una se acostumbra al horror, éste deja de verse, por tanto de existir. El horror mismo lleva a perder las proporciones del horror.
Marcela Serrano
Eran caballeros desde la mañana a la noche, oficiales de ocasión, aventureros y orgullosos bohemios. Hombres famosos, sabían tocar todos los instrumentos, eran ricos en cómicas frases y alegres refranes, y expertos en el oficio del júbilo.
Selma Lagerlöf
Cuando éramos dichosos teníamos otros nombres.
William Shakespeare