Teme a la vejez, pues nunca viene sola.
Platón
Buscamos nuestras ideas en nuestro ingenio, pero las hallamos en nuestro corazón.
Abel Dufresne
Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado.
Agustín de Hipona
Los finales felices son historias sin acabar.
Angelina Jolie
Siempre hay una lucha entre lo negativo y lo positivo porque un artista se enfrenta a las críticas y eso lo he aprendido desde hace mucho tiempo.
Chayanne
La fuerza es el resultado de la necesidad; la seguridad establece un premio a la debilidad.
H. G. Wells
Para mí cualquier tecnicismo es una forma de mentira.
Javier Cámara
No soy honesto. Y de un hombre que no es honesto, solo se puede esperar que no sea honesto. Honestamnte, es con los honestos con los que hay que tener cuidado, porque nunca puedes preveer cuando harán algo extraordinariamente absurdo.
Johnny Depp
Las actitudes colectivas y la mentalidad evolucionan y, en ciertos aspectos, hasta se revolucionan.
José Luis López Aranguren
Un líder tiene éxito o fracasa con la progresión o no de sus compañeros.
Kobe Bryant
La vanguardia no pasa por pretender delimitar la verdad, sino por no contarnos más mentiras los unos a los otros.
Manuel Vázquez Montalbán
No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo.
Michel de Montaigne
En esta campaña electoral no se habla de problemas reales: no oigo hablar del socialismo, los trabajadores. La campaña va a ir por: Tú más que yo, yo más que tú y ya verás, El del bigote, Yo soy mejor líder que el otro porque lo dice mi madre.
Pablo Castellano Cardalliaguet
¡Cuán cierto es que la fortuna está muy fuera del alcance del juicio humano, y que respecto a ella nada sirven nuestros raciocinios!
Plutarco
Esto de bautizar las cosas sin modificar la realidad conforma el primer paso para engañar al pueblo en todas las revoluciones.
Ricardo García Damborenea
Para que una película parezca prodigiosa a los espectadores hay que acabar el repugnante ritmo cinematográfico actual, esta convencional y enojosa retórica del movimiento de la cámara. ¿Cómo creer en el más banal de los melodramas cuando la cámara sigue al asesino por todas partes en trávelin, hasta el lavabo donde va a lavarse la sangre que mancha sus manos?
Salvador Dalí