Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.
Platón
No digas nada, sólo es un ángel jugando a vivir; vuelve a sonreír... por mí
Amaia Montero
Esta revolución se propone arrancar de raíz las injusticias.
Che Guevara
La industria invierte siempre a partir de la falsa creencia de que nadie más va a hacer lo mismo que ella está haciendo.
Daniel Lacalle Fernandez
Me di cuenta el otro día que he vivido en Nueva York más de lo que he vivido en ningún otro lugar. Es increíble: Soy un neoyorquino. Es extraño; Nunca pensé que lo iba a ser.
David Bowie
Es en relación con el punto de vista estadístico donde la estructura de las partes esenciales de los organismos vivos se diferencia de un modo absoluto de cualquier otra porción de materia que nosotros, físicos y químicos, hayamos manejado físicamente en nuestro laboratorio o mentalmente frente a nuestro escritorio.
Erwin Schrödinger
Lo único que debemos hacer es adquirir plena conciencia del poder que poseemos y no olvidarnos de que nadie puede hacer nada sin el pueblo, que nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo. ¡Sólo basta que los pueblos nos decidamos a ser dueños de nuestros propios destinos! Todo lo demás es cuestión de enfrentar al destino.
Eva Perón
La palabra casualidad es una blasfemia; nada bajo el Sol sucede por casualidad.
Gotthold Ephraim Lessing
El pie es una medida de longitud. El hombre mide dos pies.
Jaume Perich
Casi siempre la burla arguye pobreza de espíritu.
Jean de la Bruyere
En un país donde los escritores venden trescientos, cuatrocientos ejemplares, vos vendés cinco mil y sos Messi.
Jorge Asís
El primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo.
José Martí
Así es pero tiene el miedo muchos ojos, y ve las cosas debajo de tierra, cuanto más encima en el cielo.
Miguel de Cervantes
El tiempo gastado en reflexionar es una economía de tiempo.
Publilio Siro
Lo mas difícil es saber como hacer algo y no decir nada cuando vemos a alguien haciéndolo mal.
Theodore H. White
Yo veo la sutil línea entre el amor a Dios y el pecado, lo fácil que resulta confundir una cosa con la otra. Lo difícil que es distinguir el éxtasis místico del éxtasis mundano. A veces estamos sacrificando algo a Dios, en realidad lo único que hacemos es acercarnos al Diablo como Fausto, volar como la polilla hacia la llama.
Vicente Garrido Genovés