No digas de antemano lo que vas a hacer; porque si fallas, se burlarán de ti.
Pítaco de Mitilene
Quiero quedarme sin el amor de un hombre.
Anónimo
Yo no amo a las mujeres. El amor hay que reinventarlo, todo el mundo lo sabe.
Arthur Rimbaud
El espíritu de propiedad es el más fuerte aguijón que conocen los civilizados; se puede, sin exageración, estimar en un doble del trabajo servil o asalariado el producto del propietario.
Charles Fourier
Todos sabemos que hay dos tipos de energía: la contagiosa y la absorbente.
Esteban Navarro
¿Qué es la mayoría? La mayoría es un absurdo: la inteligencia ha sido siempre de los pocos.
Friedrich Schiller
Una causa bien defendida es una causa justa.
George Calinescu
Los católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios.
Heinrich Böll
Se necesita que una persona nos quiera con ferocidad para poder existir.
Joyce Carol Oates
¿Por qué escribo? Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea bello y duradero.
Julio Ramón Ribeyro
Dilemas: ¿Qué quieres decir con eso de que me toca lavar los platos? ¿Que yo ronco? ¿Es normal hacer el amor una sola vez cada tres meses?
Matt Groening
Aquí, colgado en el bosque. El mundo va haciendo el tiempo: su corteza se arruga como piel de elefante: sobre la piel, gusanillos y gusanillos. Los gusanillos van haciendo el tiempo: es su espíritu el que se encoge como una uva que se seca. Amor, odio, risa. He perdido la medida: ya no soy un hombre: soy un muerto.
Pablo Palacio
Yo hallé siempre más bella la majestad caída que sentada en el trono.
Ramón María del Valle-Inclán
No quiero el calor de vuestro fuego, no quiero el agua de vuestras tinajas. Quiero sólo un lugar para mi canción.
Roberto Obregón
No tengamos envidia de los que están encaramados, por que lo que nos parece altura es despeñadero.
Séneca
Los ojos de la mujer fueron mis únicos libros, y todo lo que ellos me enseñaron fue locura.
Thomas Moore