Este voto la humanidad lo debe a los cientos de millares de personas que, sin culpa propia alguna, a veces sólo por razones de nacionalidad o de raza, se ven destinados a la muerte o a un progresivo aniquilamiento.
Pío XII
Cualquier necio puede escribir en lenguaje erudito. La verdadera prueba es el lenguaje corriente.
C. S. Lewis
El caudal entero del río no es otra cosa que el conjunto de todos los arroyos, visibles o invisibles, sucesivamente absorbidos.
Élisée Reclus
Tú y yo somos dos tablas que alguien cortó en el bosque a un árbol milenario.
Gonzalo Rojas
Cuando no se puede ser lo que se debe, se es lo que se puede.
Henrik Ibsen
En moral es tan importante el saber qué hacer como el saber cómo hacer.
John Dewey
Grande fue su riqueza, pero más grande era su corazón.
John Dryden
Mi tarifa será de mil dólares la hora fuera del tribunal y dos mil dentro, con un pago a cuenta de cinco millones no reembolsables, desde luego.
John Grisham
Me gusta estar donde la gente me quiere sin reservas, donde me quieren en todas las áreas. El Madrid no se tiene que preocupar por mí, porque es un club fantástico y lo importante es que siga ganando competiciones. Lo importante es el Madrid, yo ya tengo muchos años y puedo caminar solo.
José Mourinho
El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi.
José Saramago
¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre.
Juan Ramón Jiménez
Polonia es como un tablero de ajedrez en el que unos juegan al ajedrez y otros a las damas. Nadie puede ganar, pero sí todos decir: he ganado.
Lech Walesa
Ser Primer Ministro es un trabajo solitario. En cierto modo, así es como debe ser; no se puede liderar desde la multitud. Pero con Denis allí, nunca estaba sola. Qué hombre. Qué marido. Qué amigo.
Margaret Thatcher
No digas lo que pienses cuando hables de negocios con extraños.
Marlon Brando
Un escritor no se define de ningún modo por un certificado, sino por lo que escribe.
Mijaíl Bulgákov
En el fondo de todo amor, de todo cariño, de toda relación humana late el erotismo.
Sándor Márai