Los padres deben ser los primeros amigos de los hijos.
Pío XII
Ya sabes, Londres está tan en expansión, ya que veces se puede olvidar que alguien más está en un escenario en otro sitio.
Alan Rickman
Planta de nuevo aquellas dos antorchas apagadas de nuestra religión que son la lengua griega y la lengua hebrea; ofrece recompensas a quienes se consagren a esta tarea.
Antonio de Nebrija
Te recuerdo diciendo que eso de hacerse mayor sucede cuando empiezas a tener cosas que, al recordarlas, desearías cambiar.
Cassandra Clare
Mi único enemigo es el tiempo.
Charles Chaplin
Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
Esquilo
Ay de mí si no predico el Evangelio.
Francisco Javier
El pueblo es un rebaño de imbéciles, a veces tonto y paciente, y otras, feroz y rebelde. Se le dice: Diviértete. Y se divierte. Se le dice: Ve a combatir con tu vecino. Y va a combatir. Se le dice: Vota por el emperador. Y vota por el emperador. Después: Vota por la República. Y vota por la República.
Guy de Maupassant
Si cambias todos los sí por todos los nos y viceversa, te equivocarás igual con una mujer que si no lo haces.
H.L. Weniger
La vida se encuentra aquí en la Tierra con toda su multiplicidad de formas y actividades, y lamentablemente hay que forzar los argumentos para explicar su existencia.
John Desmond Bernal
A Riquelme sólo le dije... que era el jugador que mejor gambeteaba del mundo.
Marco Materazzi
Los fundamentos de la ética capitalista exigen que usted gane su pan con el sudor de su frente... a menos que usted posea medios privados.
Michał Kalecki
Cartagena necesita con urgencia una revolución, una transformación radical, aquí se palpa aún la exclúsión, el racismo, la segregación del siglo 21, donde los pobres y los negros son expulsados fuera de las murallas de la ciudad linda, para que se ahoguen en la pobreza.
Piedad Córdoba
Cualquier hombre supuestamente normal puede haber tenido, al menos una vez en su vida, una experiencia supuestamente anormal.
Roger Peyrefitte
Cada vez que a verte voy en tu puerta me detengo, pues temo que la alegría me trastorne el pensamiento.
Salvador Rueda
Creo que, a ciertas alturas, ya no hay diferencia entre acostumbrarse a fingir que se cree y acostumbrarse a creer.
Umberto Eco