¡No volverá la juventud ligera! Coge ávida el placer que ella te ofrece y sin amar no mueras, niña hermosa.
Pierre de Ronsard
La edad verdadera está en el estómago y en la cabeza. Las arrugas son tan sólo fruto de las preocupaciones y de comer mal.
Albert Espinosa
La gente cree que soy el pato Donald, y que vivo en Disneylandia.
Antonio Banderas
Evitad las menudas superfluidades, porque por una rendija puede naufragar un navío.
Benjamin Franklin
No puedo hacer un resumen de mi vida, porque está conformada por varias épocas y circunstancias, libros, amistades y pleitos, y eso, sólo admite resúmenes parciales.
Carlos Monsiváis
Estamos listos para cualquier hecho imprevisto que pudiera, o no, ocurrir.
Dan Quayle
Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda.
Jean de La Fontaine
La verdad es la que libera, no el esfuerzo por ser libre.
Jiddu Krishnamurti
A una madre se la quiere.
José María Pemán
España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad... No tenemos otra.
Marcelino Menéndez Pelayo
Siempre que el arte acontece, es decir, cuando hay un comienzo, se produce en la historia un empuje y ésta comienza o recomienza.
Martin Heidegger
Somos la especie más peligrosa del mundo no porque tengamos los dientes más grandes, las garras más afiladas, los aguijones más venenosos o la piel más gruesa, sino porque sabemos cómo proveernos de instrumentos y armas mortíferas que cumplen las funciones de dientes, garras, aguijones y piel con más eficacia que cualquier simple mecanismo anatómico.
Marvin Harris
El beso es hambre de inmortalidad.
Ramón Gómez de la Serna
En el intervalo que separa dos deseos reina la calma. Es el momento de libertad de todos los pensamientos, el amor o el odio.
Swami Sivananda
Más aquel a quien, bajo promesa de obediencia la vida y la libertad será entonces conquistado y se convertirá en súbdito.
Thomas Hobbes
Si a cada cual se le diese su merecido, ¿qué hombre podría escapar del látigo?
William Shakespeare