Ante mis ojos siempre estás presente. Tu amor, ardiendo, el corazón me llena.
Pierre de Ronsard
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.
Arthur Schopenhauer
Los derechos individuales no están sujetos al voto público; una mayoría no tiene derecho a votar la derogación de los derechos de una minoría.
Ayn Rand
La vida es una cadena de fracasos: hay que admitirla así.
Benjamín Jarnés
Me gusta la gente con ese átomo de locura que hace que la existencia no sea monótona, aunque sean personas desgraciadas y estén siempre en las nubes.
Carmen Laforet
Así como la ambición es la raíz de todo mal, la miseria es, a mi juicio, la peor de todas las asechanzas.
Daniel Defoe
Y Por eso es bueno ser yo...
Gene Simmons
La necesidad es la mejor consejera.
Goethe
Había despertado una parte de mí que llevaba largo tiempo durmiendo. Al darme cuenta, me sentí tan triste que se me saltaron las lágrimas. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera debido salvarla.
Haruki Murakami
Te voy a dar un consejo que aprendí para mi daño, un día en que me hice viejo a causa de un desengaño. Si quieres a una mujer, quiérela de tal manera que la dejes de querer antes que ella no te quiera; porque en esto del amar sucede lo que al reñir; que es necesario matar, o es necesariomorir.
Joaquín Dicenta
La condición humana es eternamente permeable a los símbolos que despiertan esperanzas.
José María de Areilza
Los hombres son más susceptibles de ser ricos en virtudes adquiridas, y las mujeres en virtudes nativas.
Joseph Joubert
El día que las desgracias hayan aprendido el camino de tu casa, múdate.
Manuel del Palacio
La Iglesia es santa, pero, sin duda, sus miembros son muy pecadores.
Matilde Asensi
A veces la mejor manera de dar un puñetazo es retrocediendo.
Morgan Freeman
Nada nos enreda en mayores males que el atenernos a los rumores, en la creencia de que lo mejor es lo aceptado por consentimiento de muchos, y el seguir los ejemplos más numerosos, rigiéndonos, no por la razón, sino por la imitación de los demás.
Séneca