El amor y la razón son enemigos jurados.
Pierre Corneille
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima.
Alphonse de Lamartine
Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
Benjamin Franklin
Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Bernardo Stamateas
Nuestra vida personal es cien veces más detallada, larga y valiosa que la de los salvajes, porque es cien veces más rico en intereses, experiencias y placeres.
Ernst Haeckel
Democracia significa gobierno por los que no tienen educación, y aristocracia significa gobierno por los mal educados.
Gilbert Keith Chesterton
Rolos, si me lo permiten, voy a tocar unas rolas.
Gustavo Cerati
¿Es que se puede culpar al reprimido de las acciones de su represor? ¿Se puede culpar a un violado de los actos de su violador?
Iñaki de Juana Chaos
Todas las cosas son inconstantes, excepto la fe en el alma, que cambia todas las cosas y llena de luz.
James Joyce
Solo aquellos que nunca dejan de buscar se encuentran a ellos mismos.
Javier Castillo
Cuando se termina una obra un escritor se pregunta en algún momento ¿Ahora qué, cual será el paso siguiente?
Juan José Videgain
La historia de un hombre está escrita por las mujeres a las que amó.
Loquillo
Fújur se esforzó desesperadamente por encontrar otra vez el lugar en que Atreyu debía de haber caído al agua, pero hasta para un dragón blanco de la suerte es imposible descubrir en la espuma hirviente de un mar revuelto el puntito diminuto de un cuerpo que flota... O el de un ahogado en su fondo.
Michael Ende
¿Has terminado ya?, porque me importa una mierda lo que sepas o no sepas... te voy a torturar de todos modos.
Michael Madsen
Quien ha dejado de agradar pierde el derecho de hacer reproches.
Ninon de Lenclos
El hecho de que exista una minoria privilegiada no compensa ni excusa, la situación de discriminación en la que vive el resto de sus compañeros.
Simone de Beauvoir