Entre todas las cosas serias, el matrimonio es la más divertida.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Sin desarrollo nacional no hay bienestar ni progreso. Cuando hay miseria y atraso en un país, no solo sucumben la libertad y la democracia, sino que corre peligro la soberanía nacional.
Arturo Frondizi
El teatro es un gran medio de educar al público; pero el que hace un teatro educativo se encuentra siempre sin público al que poder educar.
Enrique Jardiel Poncela
Las esposas son nuestras amantes en la juventud, nuestras compañeras en la edad madura y nuestras enfermeras en la vejez.
Francis Bacon
No hay cuestión ni pesadumbre que sepa amigo, nadar; todas se ahogan en vino, todas se atascan de pan.
Francisco de Quevedo
Probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad.
Jacques-Yves Cousteau
Si no tenemos cuidado la vida se vuelve rápidamente previsible, monótona, un engorro.
José Saramago
Las ilusiones vienen del cielo, y los errores, de nosotros mismos.
Joseph Joubert
Si no sabes cómo morir, no te preocupes: la naturaleza te lo enseñará a su debido tiempo.
Michel de Montaigne
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.
Miguel de Unamuno
Las espléndidas fortunas, cual acontece con los vientos impetuosos, producen grandes naufragios.
Plutarco
El que estudia diez años en la oscuridad será universalmente conocido como quiera.
Proverbio Chino
¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!
Salvador Allende
El poeta que escribe muere para nacer en el poeta que lee.
Salvador Elizondo
Solo hay crecimiento, descubrimiento o innovación (y, en realidad, paz), si las cuestiones más punzantes se plantean abiertamente y se tratan con sinceridad.
Stephen Covey
La creencia de que los gustos humanos no son más que preferencias culturales reversibles ha llevado a los planificadores sociales a impedir que la gente disfrute de la ornamentación, de la luz natural y de la escala humana, y ha forzado a millones de personas a vivir en grises cajas de cemento.
Steven Pinker