Usted elige su decoración dependiendo del estado de ánimo... Si está deprimido, ponga un color amarillo y de repente usted será feliz.
Philippe Starck
Pero es mejor no tener nada que ver con los otros. Eso es suicida. Cada uno a su aire. Ser decente y cuidarse de sí mismo.
Alfred Doblin
Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos.
Cantinflas
Las cosas de este mundo siempre te salen por donde menos te esperas. Precisamente por eso es interesante vivir.
Haruki Murakami
Las críticas interesadas por perversas e intencionadas que fueran, no llegaron jamás a tocarme, porque demasiado sé que estoy acorazado con los respetos más altos de que pueda estar revestida la personalidad humana, y ellas no alcanzaron a tener influencia alguna en las decisiones de mi espíritu ni en la idealidad subjetiva de mis propósitos.
Hipólito Yrigoyen
La forma más frecuente, si somos ignorantes, de enfrentarnos al dolor, consiste en tratar de escapar de él sumiéndonos en algo placentero, lo que conduce a una búsqueda ciega del placer sensorial y acaba desembocando en la angustia y el problema.
Jon Kabat-Zinn
Únicamente a quien lo ha tocado la violencia entiende en qué sociedad vive y qué calidad de personas lo rodean.
Jorge González Moore
Estamos tan ocupados en hacer cosas para lograr fines con valores externos que olvidamos que el valor interior, el éxtasis que se asocia con la vida, es lo único que importa.
Joseph Campbell
Está probado que en USA un hombre es atropellado cada tres minutos. No me explico el aguante de ese hombre.
Juan Verdaguer
El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.
Ludwig van Beethoven
Los pilotos en general no se soportan entre ellos. Digamos que el 85%.
Marco Simoncelli
Hay perdones como azotazos en la cara.
Nicolae Iorga
Y yo que comprendí lo que no decías, me enamoré de ti porque callabas.
Olindo Guerrini
Las personas quieren cambiarlo todo y, al mismo tiempo, desean que todo siga igual.
Paulo Coelho
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Séneca
Los malvados, indudablemente, son malvados; caminan descarriados, caen y reciben su merecido; mas ¿no hay quien pueda hablarnos del mal cometido por los virtuosos?
William Makepeace Thackeray