Entonces, ¿Para qué sirve la magia? -Rugió el prÃncipe LÃr-. ¿De qué vale toda esa hechicerÃa, si no puede salvar a un unicornio? - continuó, y se agarró con fuerza al hombro del mago para no caer. Para eso están los héroes -dijo Schmendrick-.