Quienes necesitan matar algo para poder subsistir se desarrollan como criminales. Hasta ahora habían importado tendencias, cuando éstas se acabaron importaron la muerte continuando con la misma actitud de los plagiadores que los antecedieron. Es como decir que Beethoven, Van Gogh, San Martín han muerto. La pintura no ha muerto. ¡Yo estoy vivo!