Interesarse más por lo desconocido que por lo que ya sabemos. Es así como viviremos intelectualmente estimulados por el nuevo conocimiento, ilusionados en aprender de manera constante.
Pere Estupinyà
El hábito convierte los placeres suntuosos en necesidades cotidianas.
Aldous Huxley
Piensa en toda la belleza que queda a tu alrededor y sé feliz.
Ana Frank
Si un artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es el rey, creo que sería casi tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.
Blaise Pascal
Con dos líneas de un escrito de cualquier hombre, se puede procesar al más inocente.
Cardenal Richelieu
El encanto de la belleza estriba en su misterio; si deshacemos la trama sutil que enlaza sus elementos, se evapora toda la esencia.
Friedrich Schiller
Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla.
Gilbert Keith Chesterton
Nada importa el futuro cuando uno está en paz con su conciencia y tiene su espíritu reconciliado y en orden. Sé lo que debes; lo restante, sólo a Dios atañe.
Henri-Frédéric Amiel
Viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas.
Hippolyte Taine
Mantente alejado de los bordes. No te dejes sorprender por la espalda. Debes estar alerta. El trabajo del Diablo nunca se revela por completo hasta después de medianoche.
Hunter S. Thompson
La fuerza que uno puede aplicar sin autodestruirse tiene un límite, hasta para los más poderosos. Juzgar cuál es ese límite constituye el verdadero arte del gobierno. El mal uso del poder es un pecado mortal.
Jack Herbert
La juventud es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad, y de la viveza, de la imaginación y el ímpetu.
José Martí
La facultad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante.
Muriel Barbery
Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.
Pablo Neruda
El arte de vivir mucho es resignarse a vivir poco a poco.
Santiago Ramón y Cajal
No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad.
Thomas Jefferson