La poesía es un recuerdo de los mejores y más felices momentos de los mejores y más felices ingenios.
Percy Bysshe Shelley
Todo aquel que conoces teme algo, ama algo, y ha perdido algo.
Anónimo
Mis rivales no me quieren porque mi pecado es ser veloz.
Ayrton Senna
Muchas veces no somos felices porque estamos ocupados tratando de agradar a los otros o encargándonos de responsabilidades equivocadas, que pertenecen a terceros.
Bernardo Stamateas
El hombre está llena de necesidades; y no ama sino a aquellos que pueden satisfacerlas todas.
Blaise Pascal
La vida es el punto de apoyo para la verdad del espíritu.
Carl Gustav Jung
Se puede atacar la religión en su culto, en sus bienes, en sus ministros; pero no se puede conseguir que una sociedad subsista sin religión. Un monje ignorante pero henchido de fe puede fundar un imperio; Newton, el incrédulo, pesará los mundos, pero no podrá crear un pueblo.
François-René de Chateaubriand
Faltan palabras a la lengua para los sentimientos del alma.
Fray Luis de León
La realidad de la información contenida en los vestigios de un castillo fortificado es tan grande como en un poema viniendo de lo imaginario de un hombre de la misma época. Por lo tanto, procuro interpretarlos de la misma manera.
Georges Duby
La cultura es la buena educación del entendimiento.
Jacinto Benavente
La imaginación depende del ser, pero a su vez la integridad de la inteligencia lo abruma en su pesar.
Ji Hu
Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones.
Marcelo Bielsa
¿Estás mal por Ava? es mejor que estés mal por ti.
Oscar Isaac
El que ama cumple con su deber.
Richard Wagner
El arte es el acto de realizar un trabajo significativo mientras bailas con una voz interior que te grita que pares.
Seth Godin
La avaricia y la arrogancia son los principales vicios de los poderosos.
Tácito