Es una tontería, pero se te tiene que ocurrir.
Pepín Banzo
Trescientos cincuenta aviones ingleses descargaron medio millón de kilos de explosivos sobre Ijmuiden (Holanda), haciendo temblar las casas como hojas al viento.
Ana Frank
La zona más rica de nuestras almas, desde luego la más extensa, es aquella que suele estar vedada al conocimiento por nuestro amor propio.
Antonio Machado
El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
Aristóteles
Yo no tengo ídolos. Tengo admiración por el trabajo, la dedicación y la competencia.
Ayrton Senna
¡A mi existencia uno mi vida! (Espejo sin cristal es mi alegría).
Emilio Prados
La verdadera hermandad no requiere lazos de sangre.
José Narosky
Respecto a que él es el mejor baterista de rock del mundo, ya sabes. Puedes ser igual de bueno, pero no puedes ser mejor que Dave Grohl.
Josh Homme
Hay una especie de melancolía que acompaña siempre al entusiasmo.
Lord Shaftesbury
Sólo habrá tranquilidad en Europa cuando haya un solo jefe, un solo emperador que tenga por oficiales a los reyes y distribuya los reinos a sus capitanes.
Marlene Dietrich
Los libros son compañeros dulces para el que sufre, y si no pueden llevarnos a gozar de la vida, al menos nos enseñan a soportarla.
Oliver Goldsmith
Amo escuchar un coro. Amo la humanidad de ver los rostros de gente real siendo devotas a una pieza de música. Me gusta el trabajo en equipo. Me hace sentir optimista sobre la raza humana cuando los veo cooperar así.
Paul McCartney
Antes de ser un dragón, hay que sufrir como una hormiga.
Proverbio Chino
En Vietnam, descubrí que los más grandes líderes no eran las personas duras que gritaban y chillaban o que eran físicamente abusivos. En el calor de la batalla, encontré que los mejores líderes eran a menudo callados, valientes y cuando ellos hablaban, le hablaban a nuestros espíritus y almas.
Robert Kiyosaki
La crispación española debe mucho, por desgracia, a tener una Iglesia muy de derechas, muy nacionalcatólica, muy distinta a la Iglesia de otros países.
Santiago Carrillo
Si te dignas consolarme, bendito seas; si me quieres ver afligido, seas igualmente bendito sin cesar.
Tomás de Kempis