No había que buscar: tu sueño era mi sueño.
Pedro Salinas
Vas a marear la comida de tanto moverla.
Clint Eastwood
El consejo dado a un necio es como perlas arrojadas al muladar.
Esopo
Los Estados son grandes máquinas que se mueven lentamente.
Francis Bacon
Todo el mundo habla del público como si fuese una persona con la que hubiese comido en la feria de Leipzig, en el hotel de Sajonia. Mas, ¿quién es este público? El público no es un objeto, sino un pensamiento, un postulado, como la Iglesia.
Friedrich Schlegel
Es menester arrojar de vez en cuando en la propia llama la sal de la ironía para sentirla crepitar.
Gabriele D'Annunzio
No creo que gane acá nunca más. (Al quedar eliminado en París).
Gastón Gaudio
Si se conforma con lamentar mi pérdida cuando podía haber obtenido mi amor y mi mano, yo también dejaré pronto de lamentar el perderle a él.
Jane Austen
Todo en la historia humana, salvo los clásicos, envejece.
José Ramón Ayllón
Pinto imágenes muy grandes porque quiero crear un estado de gran intimidad.
Mark Rothko
Nadie tienda más la pierna que cuanto fuere de larga la sábana.
Miguel de Cervantes
Soy como las momias, ¿viste? Un poco duro, pero no me para nadie. Y cuando los agarro del cogote, chau, olvidate.
Oscar Bonavena
El hombre es cobarde y cuando no es él el que aprecia la vida, es entonces la vida la que le ha tomado aprecio a él; pareciendo todo cosa del mismo demonio, ya que el fin de la creación no fue poblar la tierra de seres dignos sino de animales.
Panait Istrati
Todas las mañanas del mundo son únicas.
Pascal Quignard
La práctica de la concentración nos permite llegar a ser personas reales. Cuando somos personas reales vemos a las otras personas reales que nos rodean y la vida adquiere toda su riqueza.
Thich Nhat Hanh
Las revoluciones no se miden por los dolores que originan, sino por los nuevos beneficios que aportan al bienestar y la libertad de los humanos.
Vicente Blasco Ibáñez