El polvo, como todos sabéis, es una cosa entre un hombre y una mujer... ya os imagináis que me refiero al polvo de las cortinas.
Pedro Castro
Eres el ángel que guarda la fe que tengo en todos mis sueños.
Amaia Montero
Siempre hay una señora anciana que se dirige a los niños con muecas y diciendo cosas estúpidas con un lenguaje informal lleno de cucu y coco y pichipachiù. Por lo general, los niños miran muy seriamente a estas personas que han envejecido en vano; no entienden lo que quieren y vuelven a sus juegos, juegos simples y muy serios.
Bruno Munari
Civilizar a un pueblo no es otra cosa que hacerle sentir nuevas necesidades.
Charles Gide
El dinero es el peor consejero en esta vida, el que hace algo por dinero termina haciéndolo todo por dinero.
David Trueba
Nadie quiere besar cuando tiene hambre.
Dorothy Dix
De todos los presagios siniestros, el más grave, el más infalible es el optimismo.
Émile de Girardin
Él me miró durante tanto tiempo y con tal fijeza, que me hizo experimentar deseos de abofetearle o de echarme a reír en sus propias narices. Comenzaba a sentirme a disgusto en aquel agradable círculo familiar. Tan ingrato ambiente neutralizaba el confortable calor que físicamente me rodeaba, y resolví no volver en mi vida.
Emily Brontë
El que se ruboriza ya es culpable; la verdadera inocencia no siente vergüenza por nada.
Jean-Jacques Rousseau
Las excusas son como el culo, todo el mundo tiene uno.
John C. McGinley
Cuando pienses en dolor piensa en el amor y veras la solucion.
Lord Byron
Rezar es como tomar un camino a ciegas en medio de las tinieblas y esperar que una luz mortecina nos garantice que no nos hemos extraviado.
Pierre Sansot
¡Cuán feliz es el que oye eternamente el mismo ruido de la misma fuente!
Ramón de Campoamor
La tortícolis del ahorcado es incurable.
Ramón Gómez de la Serna
La meditación hay que practicarla tranquilamente pero con constancia, a diario, sin desaprovechar ninguna oportunidad ni ningún acontecimiento.
Thich Nhat Hanh
Opino con los romanos de antaño que el general de hoy debe ser manaña, si es necesario, soldado raso.
Thomas Jefferson