Mujer a mi gusto quiero, sea su dote mi agrado; que el que a otro interés se vende, no es marido, sino esclavo de la ambición que se compra.
Pedro Calderón de la Barca
Todo lo que el hombre puede ganar al juego de la peste y de la vida es el conocimiento y el recuerdo.
Albert Camus
Con las bayonetas se puede hacer todo, menos sentarse encima de ellas.
Émile de Girardin
La principal incapacidad de las tortugas como animales de carreras no estriba tanto en su lentitud como en su confuso sentido de la dirección.
Evelyn Waugh
La distancia no se mide en millas o kilómetros, como creemos. Se mide en lágrimas.
Fernando Gamboa González
El progreso democrático real no es bajar a la élite al nivel de la masa, sinó en elevar el nivel de la masa al de la élite.
Gustave Le Bon
El amor es la poesía de los sentidos.
Honoré de Balzac
Yo no te amo... te adoro... Y hasta te odio un poquito...
Julio Herrera y Reissig
Como él se acostumbró a sus encantos, dejaron de excitar los mismos deseos que inspiraban al principio. Agotado el delirio de la pasión, Ambrosio tuvo tiempo para observar todos los defectos menudos y, donde nos los había, la saciedad lo hizo imaginarlos. El monje estaba saciado por la plenitud del goce. Apenas había transcurrido una semana cuando se cansó de su amiga.
Matthew Gregory Lewis
Hay ocasiones en que un gobierno debe ser liberal y otras en que debe ser dictatorial: aquí todo cambia y no hay eternidad.
Otto von Bismarck
Una novela larga será siempre una sucesión de novelas cortas.
Pío Baroja
Si llega la policía... no es pecado vida mía, ponerse a disparar.
Roberto Iniesta
Menos agravio se hace al que presto se niega lo que pide.
Séneca
El Mesías fue las dos cosas mucho cabrío sacrificado y mucho cabrío de escape.
Thomas Hobbes
Ojalá fuera cierto, Nero. Ojalá no hubiese un Dios que llamase a su presencia para juzgar los terribles pecados de los hombres. Soy sacerdote y profundamente creyente, pero... no le voy a negar que, a veces, mi fe se tambalea. -De pronto su semblante perdió la gravedad-. Pero toco a Bach, a Messiaen, a Bruckner... y todo vuelve a cuadrar en mi alma.
Vicente Garrido Genovés
El hombre puede expulsar a la compasión de su corazón, pero Dios nunca lo hará.
William Cowper