Si disimula el engaño el amor que no hay en ti, ¿qué importa, haber daño en mÃ, si yo no conozco el daño? pues mejor me está vivir engañado, que morir celoso y desesperado.
Pedro Calderón de la Barca
La muerte está tan segura de alcanzarte, que te deja una vida de ventaja.
Anónimo
En la democracia occidental se goza de libertad a condición de no usarla.
El progreso, como ocurre desde hace más de dos siglos, es irregular. No siempre es una lÃnea recta. No siempre es un camino llano.
Barack Obama
"Me gusta dar palizas y verme bien, es lo que soy y lo que me gusta hacer.
Conor McGregor
El mero filósofo es un tipo humano que normalmente no goza sino de poca aceptación en el mundo al suponerse que no contribuye nada ni a la utilidad ni al placer de la sociedad, ya que vive alejado del contacto con la humanidad y está envuelto en principios igualmente alejados de la comprensión de ésta.
David Hume
Es una adolescente -atajó el Gris-. Tiene que aprender, que experimentar por su cuenta. No recurrir a adivinos.
Fernando Trujillo Sanz
El primer indicio de felicidad doméstica es el amor del hogar.
François Montlosier
Un corazón correspondido es un grito de caricias, canciones y poemas.
Jenniley Bonilla
Cuando no se ha sabido vivir, menos aún puede saberse morir.
Joseph Sanial-Dubay
Si conociéramos el futuro no saldrÃamos de la cama.
Julia Roberts
El boxeo es un montón de hombres blancos viendo a dos hombres negros golpeándose el uno al otro.
Muhammad Ali
Un dólar ganado en el juego es el doble de dulce que un dólar ganado en tu sueldo.
Paul Newman
Únicamente con la aceptación, los conflictos empezarán a transformarse. El rechazo se disolverá y dejará de atraparte. Si realizas una tarea con amor, cualquiera que sea, ésta dejará de convertirse en una carga para ser una bendición.
Raimon Samsó
Fui a una verdulerÃa de veinticuato horas. Cuando llegué allÃ, el tipo estaba cerrando la persiana. Le dije. Eeeeh, el letrero dice Abierto veinticuatro Horas. El dijo: sÃ, pero no seguidas.
Steven Wright
En el suelo del tiempo, escribimos los garabatos que llamamos historia.
Subcomandante Marcos