¿No significará el fin de nuestro pueblo el hecho de convertirnos en iguales a otros pueblos guerreros del mundo? Sin embargo, en estos días debemos recordar que la paz es buena. Los jóvenes no pueden recordar, y somos nosotros, los que recordamos, quienes tendremos que enseñarles nuevamente que la paz es el gran alimento del hombre.