No soy la nueva Penélope Cruz. Yo soy Paz Vega. Penélope ya hay una y es maravillosa.
Paz Vega
Quizás sea cierto, que los hombres que son meros matemáticos, tienen ciertas deficiencias concretas, pero eso no es culpa de las matemáticas, ya que es igualmente cierto en el caso de cualquier otra ocupación exclusiva.
Carl Friedrich Gauss
La muchedumbre es juez despreciable.
Cicerón
Plata fina y reluciente y oro puro si los hay... En el alma de la gente, de Argentina y Uruguay. No nos separa el rÃo, no nos separará...
Eladia Blázquez
He colaborado con más de 300 pilotos en mi carrera, pero ninguno me impresionó como Alonso.
Fernando Alonso
El pecado que no tiene perdón es el que mata la vida del amor en el ser.
Henrik Ibsen
No veo que la genética ofenda a los dioses porque no pienso que haya dioses de ningún tipo allá arriba.
James Watson
Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.
John F. Kennedy
Que terriblemente triste es que las personas están hechas de tal forma que se acostumbran a algo tan extraordinario como la vida.
Jostein Gaarder
Pertenecemos a una generación que ha visto cómo nos robaban el futuro que nos merecÃamos.
Liam Hemsworth
Los tresamigos habÃan crecido juntos, escuchando las historias que contaba Cob e ignorando sus consejos.
Patrick Rothfuss
Tuve miedo como no lo he tenido jamás, pero no quise que mi madre y mis hermanas me creyesen cobarde, y permanecà inmóvil en medio del presbiterio, con los ojos fijos en la puerta entreabierta. La luz de la lámpara oscilaba. En lo alto mecÃase la cortina de un ventanal, y las nubes pasaban sobre la luna, y las estrellas se encendÃan y se apagaban como nuestras vidas.
Ramón MarÃa del Valle-Inclán
Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud.
Séneca
Entre el espanto y la ternura la vida canta.
Silvio RodrÃguez
El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de lo que cada uno llama para sà mismo religión.
Thomas Hobbes
Se ve ya sepultado entre dos infinitos, el océano y el cielo; uno es su tumba; otro su mortaja.
Victor Hugo