Si empiezas por prometer lo que aún no tienes, perderás tu voluntad para conseguirlo.
Paulo Coelho
Las crisis son buenas para que sepas quién está contigo y quién no está contigo. Porque las crisis son la mano que te permite separar a la gente que te va a acompañar en momentos difíciles de la gente agresiva que estaba contigo, ni en contra ni a favor, pero te estaba mirando y esperando para luego decirte algo porque te tiene manía.
Bernardo Stamateas
La libertad se extiende sólo hasta los límites de nuestra conciencia.
Carl Gustav Jung
La comprensión hace que la mente sea perezosa.
Emily Mortimer
Muchas veces somos demasiado exigentes con las promesas de los políticos. Estos personajes las utilizan para ofrecerse y venderse a los electores.
Fernando Savater
Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición excitada, anormal y agotadora hasta que la muerte los separe.
George Bernard Shaw
Como toda experiencia se constituye por la interacción entre el sujeto y el objeto, entre un yo y su mundo, no es ni meramente física ni meramente mental, cualquiera que sea el factor que predomine.
John Dewey
Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.
Jorge Luis Borges
Deben odiar el pecado y amar al pecador.
Mahatma Gandhi
... acomplejado, con mala conciencia e ideas confusas.
Mariano Rajoy
El genio artístico o literario, no es -en ningún caso- garantía de lucidez política.
Mario Vargas Llosa
Escuchad, así es el juego; si no descubres al primo en la primera media hora de partida, es que el primo eres tú.
Matt Damon
Las cuerdas que están siempre tensas terminan desafinando.
Casi fracaso cuando Virgin estaba en su infancia, casi fracaso al principio de los ochenta, y por supuesto, estuve a punto de morir más de una vez tratando de lograr récords mundiales de navegación por el mundo.
Richard Branson
Yo reino sobre las tempestades de las sensaciones. Como un lobo, las guardo encerradas en el monte de mi ser, y ora una, ora otra, dejo en libertad el impetú furioso.
Søren Kierkegaard
Princesa, cuyos conocimientos y crímenes merecen un elevado lugar en mi imperio, bien hacéis en emplear el tiempo que os resta; pues las llamas y los tormentos que se apoderarán pronto de vuestro corazón os mantendrán bastante ocupada.
William Beckford