No me preocupa el día de mañana, porque Dios ya está allí, esperándome.
Paulo Coelho
Pienso que la audiencia creerá mi actuación si me la creo yo. Eso significa que tengo que entender profundamente el personaje que voy a interpretar antes de actuar.
Charlton Heston
La memoria es lo segundo que se pierde.
Don Johnson
Amar la sexualidad es amar a la vida, la veneración de la creación de vida, afirmación del triunfo de la vida sobre la muerte.
Friedrich Nietzsche
El dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.
Harold Kushner
Es una desgracia cuando nos faltan, el ingenio para hablar y el tacto para callar.
Jean de la Bruyere
Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.
José Luis Villatoro
Para el elogio corre nuestra pluma rápidamente. Cuando se trata, empero, de vituperar, sólo a fuerza de horas podemos dar concluído a la prensa el artículo más conciso.
Mariano José de Larra
Es curioso cómo la naturaleza juega con la carne y la sangre de generación en generación.
Matilde Asensi
No hay cosa peor que la mujer, incluso la buena.
Menandro
El líder que reclama todos los honores por el trabajo de sus seguidores, seguramente encontrará resentimiento. El verdadero líder no reclama ninguno de los honores. El está satisfecho de ver los méritos cuando los hay, va hacia sus seguidores porque él sabe que los hombres que más trabajaran serán por elogios y reconocimiento que sólo por el dinero.
Napoleon Hill
Los hombres se casan porque están cansados, las mujeres por curiosidad: ambos sufren una decepción.
Oscar Wilde
Regresa pronto a mí sin ti, me asalta el miedo, nunca antes como ahora tan profunda yo te sentí. Todo cuanto yo quiero lo veo en realidad.
Ósip Mandelshtam
El encanto de la guerra procede asimismo de que es una situación simple, en la que es fácil elegir: el bien se opone al mal, los nuestros a los otros, las víctimas a los verdugos. Si antes el individuo podía pensar que su vida era inútil o caótica, en la guerra adquiere cierta gravedad.
Tzvetan Todorov
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos.
Vicente Huidobro
Venid a mí, espíritus que servís a propósitos de muerte, quitadme la ternura y llenadme de los pies a la cabeza de la más ciega crueldad.
William Shakespeare