Muchas veces, cuando intentamos mostrar el bien, mostrar que la vida es generosa, rechazan la idea como si fuese cosa del demonio. A nadie le gusta pedir mucho a la vida, porque tiene miedo a la derrota.
Paulo Coelho
No me hables. Quiero estar contigo.
Antonio Porchia
Tengo dos hijas de 9 y 6 años de edad. Lo primero que les voy a enseñar son los valores y la moral. Pero si cometen un error, no quiero que sean castigadas con un bebé, ni quiero que sean castigadas con una enfermedad de transmisión sexual a los 16 años.
Barack Obama
El pensamiento es una cosa admirable e incomparable por naturaleza.
Blaise Pascal
No te fies de las palabras: En esta vida encontrarás a muchas personas que viven mal y hablan bien.
Demófilo
Los planes difieren, los planificadores son todos iguales.
Frédéric Bastiat
Las mujeres, que han amado tanto, no conocen el amor, por haber estado demasiado ocupadas con él; no tienen un apetito desinteresado por lo Bello.
Gustave Flaubert
Yo no vine a hacer pobres a los ricos sino ricos a los pobres.
Gustavo Petro
La vida tan sólo es un día, una frágil gota de rocío en su peligroso camino desde la cima de un árbol.
John Keats
El dolor te salvará la vida. Tus células recuerdan el dolor y se hacen fuertes.
Mark Wahlberg
La medicina es una opinión.
Massimo Bontempelli
La tasa del éxito es triplicar tu tasa de fracasos.
Og Mandino
Todo lo que el hombre hace a los animales, regresa de nuevo a él. Quien corta con un cuchillo la garganta de un buey y permanece sordo ante los bramidos de temor, quien es capaz de matar impávido a un atemorizado cabrito, y se come el pájaro, al que él mismo ha alimentado, ¿cuán lejos está del crimen un hombre así?
Pitágoras
Ser es ver en la dimensión humana. Y lo que vemos está altamente interrelacionado con lo que somos. No podemos llegar muy lejos en la modificación de nuestro modo de ver sin cambiar simultáneamente nuestro ser, y viceversa.
Stephen Covey
Si no tienes enemigos es señal que la fortuna te ha olvidado.
Thomas Fuller
Durante la cacería humana de mayo cercaron las calles con la profesionalidad de los SS de pura raza. Andaban a zancadas con sus elegantes uniformes, dando grandes y destempladas voces a imitación de los alemanes, y golpeando a la gente con las porras de caucho.
Wladyslaw Szpilman