Cada día el sol ilumina un mundo nuevo.
Paulo Coelho
Felicidad: Sensación agradable que nace de contemplar la miseria ajena.
Ambrose Bierce
No somos, como algunos creen, por ser feministas enemigas del hombre... pero somos enemigas de las injusticias de ciertas leyes, hechas por los hombres.
Carmen Karr
Cuando viaje, recuerde que un país extranjero no está diseñado para hacerlo sentir cómodo. Está diseñado para que su propia gente se sienta cómoda.
Clifton Fadiman
Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
Eduardo Galeano
En el poder es característico la calma y la tranquilidad, que le da fortaleza.
Edward Bulwer-Lytton
Una ciencia histórica no analiza los hechos y los organismos, como categorías fijas, sino en su estado de evolución permanente.
Felipe González
No creas que, aunque el hombre no existiese, carecería el cielo de espectadores, y dios de alabanzas; mientras velamos, mientras dormimos, millones de criaturas espirituales marchan invisibles por el mundo.
John Milton
No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido.
Leopoldo Lugones
La droga te buelbe vruto.
Les Luthiers
Las mujeres llaman arrepentimiento al recuerdo de sus faltas; pero, sobre todo, al sentimiento de no poder cometerlas de nuevo.
Madame De Pompadour
Trabajamos duro para no tener que trabajar.
Mike Dirnt
Mi patriotismo no se funda en motivos humanos, ni se dirige a materiales fines: mi patriotismo se fundó y cada día se funde más en mi amor a dios, y el fin que en él persigo es el de conducir a dios a mis hermanos de raza: a mi gran familia del pueblo vasco.
Sabino Arana
La educación (la educación continuada, que sin cesar pule y amplía la mente) es una renovación mental vital.
Stephen Covey
Una verdadera decisión se mide por el hecho de haber emprendido una nueva acción. Si no hay acción, quiere decir que no ha decidido realmente.
Tony Robbins
¿Sería que una muchacha profundamente dormida, que no dijera nada ni oyera nada, lo oía todo y lo decía todo a un anciano que, para una mujer, había dejado de ser hombre?
Yasunari Kawabata