Los grandes hombres mueren dos veces: una vez como hombres, y otra como grandes.
Paul Valéry
Que la lengua más rica y más copiosa, si no trata de amor es desgustosa.
Alonso de Ercilla
El placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga.
Ángel Ganivet
Si estamos solos en el Universo, seguro sería una terrible pérdida de espacio.
Carl Sagan
No basta adquirir la sabiduría, es preciso usarla.
Cicerón
Aprende a soportar los cambios de la fortuna con nobleza.
Cleóbulo de Lindos
¡Yo he olvidado mucho, Cynara! lo llevado con el viento, rosas arrojadas escandalosamente con la multitud.
Ernest Dowson
Aquel a quien su madre no ha sonreído nunca no conocerá tampoco la sonrisa de los dioses.
Fernando Savater
¡Estoy hasta los cojones de la pensión compensatoria, de los jueces y de la bruja de su madre!
Hugo Silva
Algunos pobres cabrones simplemente están mucho más predispuestos hacia la adicción a ciertas drogas que otros.
Irvine Welsh
La disciplina tiene en sí el potencial de crear futuros milagros.
Jim Rohn
El famoso Juicio Final lo llevamos aquí, en el pecho.
Mario Benedetti
Las cosas, una vez principiadas, ni se has de olvidar ni dejar, hasta ser acabadas, que es nota de poca prudencia muchos actos comenzados y acabado ninguno.
Mateo Alemán
El dolor quema mucha superficialidad.
Oswald Chambers
Vivir para ser libres, o morir para dejar de ser esclavos.
Práxedis G. Guerrero
Voy con el agua entera llena de pechos vivos y rumores; la mansa, la viajera de los largos temblores, la de los infinitos ruiseñores.
Sara De Ibáñez