El color me posee. No siempre me poseen. Ese es el significado de esta hora feliz: el color y yo somos uno. Soy un pintor.
Paul Klee
La obra escrita es sencillamente una tentativa para expresar la emoción que es por sí misma inexpresable, en términos de inteligencia y de lógica.
Aldous Huxley
Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza.
Alejandro Dolina
Me cuesta tomar afecto, y sólo consigo querer a la gente que me parece igual que yo.
Anaïs Nin
Aquella noche de setiembre, fuiste tan buena para mí... ¡Hasta dolerme!
César Vallejo
Los bienes son para aquellos que saben disfrutarlos.
Epicuro
Decirle que me muero solo, que no me rechace, pero usted se ríe... Por lo demás, hablo sólo para hacerla reír...
Fiódor Dostoyevski
En vano escarba el soñador en sus viejos sueños, como si fueran ceniza en la que busca algún rescoldo para reavivar la fantasía, para recalentar con nuevo fuego su enfriado corazón y resucitar en él una vez más lo que antes había amado tanto, lo que conmovía el alma, lo que enardecía la sangre, lo que arrancaba lágrimas de los ojos y cautivaba con espléndido hechizo.
Lo que nos hace amar las nuevas amistades, más que la fatiga que nos producen las viejas o el placer de cambiar, es el fastidio de no ser admirados por los que ya nos conocen mucho, y la esperanza de serlo más por los que nos conocen menos.
François de La Rochefoucauld
Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia.
John Locke
Observa con los ojos de la razón aún no siendo fiel compañera del corazón.
Juan Lobillo
Hace mucho tiempo aprendí que para curar mis heridas precisaba tener el coraje de afrontarlas.
Paulo Coelho
En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado.
Ramón Gómez de la Serna
Causa extrañeza que, en la ciencia del derecho, se violen los derechos de la razón.
Ramon Llull
Cuando se resuelven los problemas antes de que surjan, ¿quién llama a esto inteligencia? Cuando hay victoria sin batalla, ¿quién habla de bravura?
Sun Tzu
Me temo que en la elección de esposa, cómo en un plan de guerra, errar una vez es perderse para siempre.
Thomas Middleton