Cuando acabo un libro, nunca me siento demasiado satisfecho. Pero responde a lo que quería hacer, una vez que conseguí entenderlo, para bien o para mal.
Paul Auster
El humor es una cobardía, una manera de huir de la realidad.
Claude Serre
Si hubo un gobierno que levantó la alfombra, fue el gobierno Lula. Antes no aparecían denuncias, porque nadie apuraba. Acabamos con la figura del encajonador (engavetador) general ¿Dónde está el encajonador? La Unión no encajona nada más.
Dilma Rousseff
Intenta comprender, no eres un personaje de tragedia.
Ernest Hemingway
Siempre supe que era una estrella, ahora parece que el mundo está de acuerdo conmigo.
Freddie Mercury
El juicio de lo bello del hombre es producto de la vanidad que posee como especie.
Friedrich Nietzsche
Eras tu la que murmurando en mi oreja, con calor me fuistes creando.
Joseph Brodsky
Está aquí y está allí, está lejos y está cerca, es profundo y es alto, en tal forma creado que no es esto ni aquello.
Maestro Eckhart
No porque deje el tenis me voy a preocupar ahora de ponerme en la buena con la gente. No tiene sentido.
Marcelo Ríos
De todos los peligros, el mayor es subestimar al enemigo.
Pearl S. Buck
Un padre que sabe dar rienda suelta a su infante interior, será capaz de valorizar el mundo interno de sus hijos, aunque éste sea uno con necesidad especial.
Pedro Pantoja Santiago
Nuestro sentido hispánico nos dice que cualquier hombre, por caído que se encuentre, puede levantarse; pero también caer, por alto que parezca. En esta posibilidad de caer o levantarse todos los hombres son iguales.
Ramiro de Maeztu
¡Mi agonía es la bárbara agonía del que quiere evitar lo inevitable!
Ramón de Campoamor
Yo sé que es tradicional en la cena del ensayo, que la dama de honor revele cosas embarazosas de la novia. Pero en nuestro grupo nunca revelamos cosas.
Sarah Jessica Parker
La ausencia de empatía que sufre el psicópata le impide sentir placer mediante la observación de la felicidad en los demás. El placer de los otros sólo le provoca envidia y codicia.
Vicente Garrido Genovés
Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas. El camino hacia el ascenso de categoría, que controlaba la vida de un jugador, se había convertido en un meticuloso procedimiento de puntaje. Uno conducía el enfrentamiento con la única meta de ganar, y no había margen para recordar la dignidad y la fragancia del Go como arte.
Yasunari Kawabata