El amor más insensato es el amor más verdadero.
Patrick Rothfuss
... la inhumanidad del hombre para el hombre ha sido inspirada por el amor a la crueldad como crueldad, a su horrible y fascinante naturaleza.
Aldous Huxley
El día en que un deportista deje de pensar en primer lugar a la felicidad que su esfuerzo le procura y a la embriaguez del equilibrio entre potencia y físico que de ello nace, el día en que deje que las consideraciones sobre la vanidad o sobre el interés prevalezcan, ese día nuestros ideales morirán.
Barón Pierre de Coubertin
Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.
Cesare Pavese
Puede haber un cambio de opinión sin arrepentimiento, pero no hay arrepentimiento genuino sin un cambio de opinión.
Charles Finney
Ella en mi corazón metió la mano, y de allí me llevó mi dulce prenda: que aquel era su nido y su morada.
Garcilaso de la Vega
Los médicos pueden enterrar sus equivocaciones, pero un arquitecto sólo puede aconsejar a su cliente plantar yerba.
George Sand
No es la voz que ordena la historia, es el oído.
Italo Calvino
Ojalá pueda decirse que la característica que define tu vida es amar la Voluntad de Dios.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Ser filósofo es como cualquier otra profesión. En este caso, cobras a cambio de mantener viva una tradición importante, y si tienes suerte, puedes conseguir escribir algún libro que sea leído por los que no son filósofos. ¡Y eso es ya todo un éxito!
Jürgen Habermas
Pero si se apunta otra vez, disparará contra camaradas, contra trabajadores, contra hombres que se encuentran bajo el yugo del capitalismo lo mismo que él, fanático soldado. A quienes hay que disparar, los verdaderos culpables, jamás podrá apuntarlos.
Kurt Tucholsky
Inhala tus miedos. Encáralos, para vencer al miedo debes volverte el miedo. Disfrutar del miedo de otros hombres.
Liam Neeson
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
Oscar Wilde
El amor y la muerte se parecen: cuando estamos perdidos acudimos a ellos.
Silvina Ocampo
Vinieron casualmente a mis manos unas escrituras bárbaras, más antiguas que las doctrinas de los griegos y, si a los errores de éstos se mira, realmente divinas. Y hube de creerlas por la sencillez de su dicción, por la naturalidad de los que hablan, por la previsión de lo futuro, por la excelencia de los preceptos y por la unicidad de mando en el universo.
Taciano
No conozco la fórmula del éxito, pero la fórmula del fracaso es querer contentar a todo el mundo.
Woody Allen