El rasgo del orgasmo es temporal: es la pérdida de la conciencia de la duración.
Pascal Quignard
Las ciencias de los ingenieros son aquellas que dan los modos del conocimiento en las direcciones y los métodos en la facilidad para remover los obstáculos para la invención de esta arte y su exteriorización in actu en los cuerpos físicos y sensibles.
Al-Farabi
Nazco en un mundo sin mujeres y me muero.
Albert Boadella
Los guatemaltecos sabremos transformar los recursos del enfrentamiento, en recursos para el bienestar; las divergencias irreconciliables en la pluralidad de la democracia; pluralidad para alcanzar fines comunes: justicia, libertad, legalidad, seguridad y paz.
Álvaro Arzú Irigoyen
Tú cuidate, aquí yo estaré bien... olvídame, yo te recordaré...
Amaia Montero
El que exige mucho de sí mismo y poco de los demás, estará libre de odio.
Confucio
Me he sentido más satisfecho como actor que como director, quizá tengo un mayor dominio de esta primera profesión.
Fernando Fernán Gómez
Hay que aprender a resistir. Ni a irse ni a quedarse, a resistir, aunque es seguro que habrá más penas y olvido.
Juan Gelman
El Internet es el gran camino de la comunicación moderna, libre y independiente.
Kátya Chamma
Predicar sin practicar es lo mismo que construir un barco y dejarlo en la orilla.
Marqués de Sade
Pa'que seguir sufriendo, déjala que vuele.
Ñengo Flow
La vida es cruel. Nacer, existir, desaparecer, siempre la cuestion de la muerte. Que sea la enfermedad, a consecuencia de un accidente o en la guerra no cambia nada. En cuanto a los que sufren por la guerra, pueden encontar un consuelo pensando que si se consiente su sacrificio es para asegurar el porvenir del pueblo del que forman parte.
Piedad Córdoba
La arquitectura moderna es, en términos generales, el enemigo más grande del arte.
Pierre-Auguste Renoir
Que el hastío de tu anochecer no reclame más que lo que pudo ganar el deseo de tu mañana.
Rabindranath Tagore
El que no hace todo, no hace nada.
Samuel Daniel
Todas las cosas son artificiales, puesto que la naturaleza es el arte de Dios.
Thomas Browne