Frase de Pascal Boyer

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El hombre no es creyente porque silencia su capacidad de juicio y acepta aseveraciones extraordinarioas; acalla su capacidad de juicio... - Pascal Boyer

El hombre no es creyente porque silencia su capacidad de juicio y acepta aseveraciones extraordinarioas; acalla su capacidad de juicio porque ciertas aseveraciones extraordinarias le han resultado evidentes.

Pascal Boyer

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Mercaderes e industriales no deben ser admitidos a la ciudadanía, porque su género de vida es abyecto y contrario a la virtud.

Aristóteles

A aquellas cosas que tienen la virtud de poder entrar en relación causal con la satisfacción de las necesidades humanas, las llamamos utilidades, cosas útiles.

Carl Menger

Cuando a la gente les gusta algo se les pega y no tienen tantos rollos en demostrarlo.

Celeste Carballo

No puede aspirar a obrar grandes cosas sino aquel que tiene capacidad para sufrir mucho.

Edmund Burke

Denuncio, ante la conciencia de la gente decente, esta presión que los poderes públicos ejercen sobre la justicia del país. Son abominables costumbres políticas que deshonran a una nación libre.

Émile Zola

La sinceridad, enemiga del ganador.

Enrique Bunbury

Los no incautos yerran.

Jacques Lacan

La guerra es horrible más allá de la descripción, y sólo un tonto o un fraude podría sentimentalizar su cruel realidad.

John McCain

La mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo.

José Luis Sampedro

No se ha 'escribido' aún la historia.

José Toribio Merino

pocas veces los hijos somos capaces de decirles a nuestros padres cuánto les queremos, y es que ni nosotros mismos lo sabemos. Sólo cuando quedamos huérfanos nos damos cuenta de ese amor que guardábamos.

Julia Navarro

Las autoridades políticas, lejos de apoyar a débiles y pobres, ayudan casi siempre a ricos y fuertes.

Manuel González Prada

Y el mar fue y le dio un nombre y un apellido el viento y las nubes un cuerpo y un alma el fuego.

Rafael Alberti

Aquí estamos, el 11 de julio de 1995, en la Srebrenica serbia, justo antes de un gran día para Serbia. Entregamos esta ciudad a la nación serbia, recordando el levantamiento contra los turcos. Ha llegado el momento de vengarse de los musulmanes.

Ratko Mladić

Guárdate tus miedos, pero comparte tu valentía con otros.

Robert Louis Stevenson