El arte es peligroso, el arte no es casto; no están hechos para el arte los inocentes ignorantes. El arte que es casto no es arte.
Pablo Picasso
Castígate, castigando, e sabrás a otros castigar.
Arcipreste de Hita
La acción realizada por un mandato, es decir; la obediencia suprime de algún modo la libertad; pero no es la obediencia, sino el fin de la acción, lo que hace a uno esclavo. Si el fin de la acción no es la utilidad del mismo agente, sino del que manda, entonces el agente es esclavo e inútil para sí.
Baruch Spinoza
El principio más seguro para ir por la vida es, en lugar de reformar a los demás, perfeccionarse a sí mismo.
Benjamin Robert Haydon
La economía es la opinión personal convertida en norma dogmática, la única opinión que se sirve de números para imponerse.
Carlos Fuentes
El socialismo... se ha hecho para el hombre integral.
Che Guevara
El hecho de que todas las personas establezcamos las fronteras de nuestro mundo y nos atrincheremos en ellas forma parte integral de nuestro propio proceso de crecimiento y organización.
Daniel Goleman
Nunca voy a compartir equipo con Michael Schumacher, me voy a Benetton.
Gerhard Berger
Los realistas follan mucho más, hazme caso. Evita el amor a toda costa, es mi lema.
Lily Collins
El más grande de los hombres sencillos, nuestro maestro.
Pablo Neruda
El capital se volverá redundante, o sea, está por dejar de ser un recurso. El capital es importante en tanto factor de producción, pero no es más un factor de control.
Peter F. Drucker
Ser grande es ser incomprendido.
Ralph Waldo Emerson
Si estás libre de enemigos porque a nadie hiciste injuria, no faltarán otros que lo sean por envidia.
Séneca
Nadie ha intentado devorarnos desde que estoy aquí. Creo que tienen miedo de descubrir cómo sabemos.
Steve Jobs
Lo damos tó por esa chica que acabas de conocer y se te olvida tu familia, tu gente. Posiblemente porque es fácil contactar, viven en frente.
ToteKing
Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontas ese sufrimiento.
Viktor Frankl