La pintura no ha sido hecha para decorar los departamentos. Es un instrumento de guerra ofensiva y defensiva contra el enemigo.
Pablo Picasso
El mundo está lleno de trucos, todos participamos.
Christoph Waltz
La pobreza en una democracia es preferible al llamado bienestar de manos de los poderosos, en la misma medida en que la libertad lo es a la esclavitud.
Demócrito
No hay seguridad en esta tierra, sólo hay oportunidad.
Douglas MacArthur
Lo más horrible de este mundo es la justicia separada de la caridad.
François Mauriac
No hay pasado ni futuro, todo fluye en un eterno presente.
James Joyce
Vivirlibre y zafarse lo más posible de las cosas de este mundo, es el mejor modo de aprender a morir.
Jean-Jacques Rousseau
Cuando yo me enfrento a los medios de comunicación, yo tengo que ser el primer demócrata que hay en este país para ganarme a la gente. Lo que no puedo es salir y gritar: ¡Vamos a matar a todos los moros! ¡No! Esto no. ¿Me entiendes?
Josep Anglada
Gobernar no es mandar, por mucha mayoría que se tenga.
Juan Luis Cebrián
Se en esta vida como si fueras un extranjero o un pasajero.
Mahoma
Si quiero sacudirte con la flecha de mi amor, te tengo que dar duro como el palo en el tambor; que grite la guitarra su alarido de placer y el bajo que penetre tus oídos con la furia de mi tren, loco tren, la banda es una máquina cargada con la furia de mi tren.
Miguel Cantilo
Tienes que estudiar con el fervor de los bendecidos o de los condenados.
Noah Gordon
La vidahumilde, en trabajos enojosos y fáciles, es una labor selecta, que requiere mucho amor.
Paul Verlaine
Cuando una medicina no hace daño deberíamos alegrarnos y no exigir además que sirva para algo.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Todo lo que hace la gente es tan... No sé... No erróneo, ni siquiera malo, ni estúpido necesariamente. Pero sí tan pequeño y sin sentido y... Que inspira tristeza. Y lo peor es que si se vuelve bohemio o algo chiflado, está siendo conformista como todos los demás, sólo que de un modo diferente.
Salinger
Y me abandonaré a su abrazo y le abriré mi cuerpo para que él penetre en mí como el puñal del asesino penetra en el corazón de un príncipe sanguinario y magnífico...
Salvador Elizondo