El pobre todavía anda desamparado por el mundo. Busca la justicia, vota a las izquierdas, a las derechas, y no sabe dónde ponerse. En definitiva, vota a los políticos y en los políticos ya no se puede creer. Y eso revuelve las tripas de los pobres.
Pablo Milanés
El (Dios) sabe muy bien la ocasión y la coyuntura, y acudirá al tiempo de la necesidad.
Alonso Rodríguez
La verdad trae paz a la mente anhelante; conquista el error; apaga las llamas de los deseos.
Buda Gautama
En la pradera yo me quiero quedar, con el murmullo del agua que va, por los arroyos sin parar de cantar, cuando hay viento nos vamos todos a bailar.
Celeste Carballo
Si ustedes abrieran las puertas, yo saldría a la calle y tendrían esta cosa llamada Charlie Manson que han creado. Porque no me han visto. No realmente. Yo solo podría asesinar a toda la humanidad.
Charles Manson
Estoy convencido que al final siempre prevalecerá la verdad y el amor entre los hombres por sobre la violencia y la opresión.
Dalai Lama
Uno muere como un héroe o como un idiota, que es lo mismo. La única palabra que no es efímera es la palabra muerte.
Francis Picabia
El lenguaje político... Está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces y el homicidio respetable.
George Orwell
Y acaso queden por venir otros períodos de mutaciones más frecuentes; y quizá en el juego de la competencia evolutiva no figuremos siempre nosotros entre los ganadores.
Isaac Asimov
La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes.
José de San Martín
El líder eficiente guía alentando y no tratando de infundir miedo en el corazón de sus seguidores.
Napoleon Hill
La gente es muy avara con el ánimo. Sólo quieren asegurarse de que tengas aún menos que ellos.
Paolo Giordano
Encajábamos como dos bailarines, como si hubiéramos practicado aquel abrazo un millar de veces.
Patrick Rothfuss
El hombre embrutecido por la superstición es el más vil de los hombres.
Platón
Déjame vivir ilusionado, que para lo que dura la vida, más vale engañarnos seriamente, y no andar en controversia.
Santiago Rusiñol
Lo más prudente que acaso hay es hacerse a sí mismo su propio confidente.
Stendhal