La abundancia me ha empobrecido.
Ovidio
Desprecio a los medios.
Bobby Fischer
La guitarra brillaba mucho y tenía algo de virginal. Parecía un elegante aparato venido de otro universo y, mientras intentaba rasguearla, sentía que estaba pasando al territorio de la madurez.
Eric Clapton
Las ideas se encienden unas con otras como las chispas eléctricas.
Johann Jakob Engel
Un hombre no es sincero cuando habla de sí mismo, dale una máscara y dirá la verdad.
Jonathan Rhys-Meyers
Nuestro Movimiento incorpora el sentido católico -de gloriosa tradición y predominante en España- a la reconstrucción nacional. La Iglesia y el Estado concordarán sus facultades respectivas, sin que se admita intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del Estado o la integridad nacional.
José Antonio Primo de Rivera
Muchas veces la mejor manera de ganar es olvidarse de anotar los tantos.
Marianne Espinosa Murphy
La tierra sólo surge a través del mundo y el mundo sólo se funda en la tierra, mientras la verdad acontece como la lucha primordial entre el alumbramiento y la ocultación.
Martin Heidegger
Tenemos que aprender a vivir con lo que necesitamos y no con toda esa mierda consumista en la que estamos inmersos. Si no tienes, no eres... Da bastante miedo.
Melanie Olivares
Aquí soy una estrella, fuera de aquí no soy nada.
Reese Witherspoon
La pasión en decadencia, la emoción en banca rota; sufrirá la descendencia, las infamias de tu boca.
Ricardo Arjona
El razonamiento es un arte que requiere poco aprendizaje.
Ricardo García Damborenea
No tenemos que copiar las cosas malas de ajuera, Lloriqueo. ¡Nosotros tenemos que crear nuestras propias cosas malas!
Roberto Fontanarrosa
Lo que más nos perjudica es que vivimos, no al dictado de nuestra razón, sino según las ajenas costumbres.
Séneca
Y en lo que particularmente se refiere a la rebelión comtra la monarquía, una de sus causas más frecuentes es la lectura de libros de política e historia antigua de griegos y romanos.
Thomas Hobbes
La conciencia del amor propio está tan profundamente arraigada en las cosas más elevadas y más espirituales, que no puede arrancarse ni viviendo en un campo de concentración.
Viktor Frankl