No vivis, solo matáis el tiempo.
Oskar Werner
A menos que las cosas simples sean simples, las cosas complejas son imposibles.
Alan Kay
Cada movimiento supone la coordinación de manos, pies y cerebro.
Bruce Lee
Virtud, hija del cielo, la más ilustre empresa de la vida.
Fray Luis de León
Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.
Graham Greene
Tienen más cualidades de lo que tú mismo crees; pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro.
Gregorio Marañón
La vida es como un viaje por mar: hay días de calma y días de borrasca. Lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco.
Jacinto Benavente
Sólo el ser viejo ya es un motivo que debe ejercitar nuestro respeto. Las canas revisten a sus dueños de cierta autoridad sobre los mozos.
Joaquín Fernández de Lizardi
Obedecer..., camino seguro. - Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. - Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Así que disfrutar chicas dulces dieciséis que ningún hijo de puta os de menos de lo que os merecéis.
Kase.O
La explicación del budismo es que somos parte de un universo en el que existen miríadas de mundos.
Lama Zopa Rinpoché
Ser poderoso es como ser una dama. Si tienes que andar diciéndoselo a la gente, es que no lo eres.
Margaret Thatcher
Lo que es tuyo es mío, y lo que es mío es tuyo.
Platón
Y una vez que se actúa desde el corazón, algo mágico sucede. Todo a su alrededor se contagia y habla en su mismo idioma.
Raimon Samsó
El antisemitismo es un espejo donde se reflejan los defectos de los individuos, de las estructuras sociales y de los sistemas estatales. Dime de qué acusas a un judío y te diré de qué eres culpable.
Vasili Grossman
Para encadenarlo (al pueblo) es preciso aparentar que se llevan las mismas cadenas que él.
Voltaire