Y el maestro del taller de los cañones, el artesano de los monumentos de la fragua, me dice: no es nada, padre, ya te haremos uno así...
Ósip Mandelshtam
La oración alcanza más cosas de las que el mundo puede imaginar.
Alfred Tennyson
-Cuidado con las orejas -dije a modo de colofón-; siempre aparecen donde uno menos las espera.
Eduardo Mendoza
Los viajes no influyeron en mi obra, ese es mi sistema de vida: me da placer cambiar de ciudad. Tengo estudios en varias partes y una ciudad no me da nada. Uno lleva por dentro lo que quiere decir: lo tengo y sé mi camino, no voy en busca de inspiración, momentos o iluminación especiales cuando cambio de un lugar a otro.
Fernando Botero
Nuestros enemigos se aproximan a la verdad con sus juicios acerca de nosotros mucho más que nosotros mismos.
François de La Rochefoucauld
La extensión, figura y movimiento no pueden concebirse sin las demás cualidades sensibles. O dicho en otros términos: donde se hallen las cualidades secundarias, las sensibles, tienen que encontrarse también las primarias, esto es, en la mente y no en otra parte.
George Berkeley
El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
Immanuel Kant
Comprar el agua es pecado.
Javier Sicilia
Vileza es mostrarse débil, bien en las obras, bien en el sufrimiento.
John Milton
Vale la pena vivir con intensidad, y te podés caer una, dos, tres, veinte veces, pero recuerda que te podés levantar y volver a empezar. Derrotados son los que dejan de luchar, muertos son los que no luchan por vivir.
José Mujica
Cuanto más forraje, más carne; cuanta más carne, más estiércol; cuanto más estiércol, más grano.
Justus von Liebig
¡Tu eres muy malo! ¡Tu interpretación siempre negativo, nunca positivo! ¡Eres muy malo!
Louis van Gaal
Los átomos que cruzan el vacío sin peligro de obstáculos externos. Forman ellos un solo y mismo todo.
Lucrecio
No es conveniente diseminar los ataques, sino, antes al contrario reunirlos.
Marlene Dietrich
Nuestro Universo es una de las posibilidades más probables.
Stephen Hawking
Lo más desolador, lo único verdaderamente desolador que hay en este mundo es tener que exclamar: ¡Ya es tarde!.
Wallace Stevens