Ya no puedo creer en nada, aunque sea increíble.
Oscar Wilde
De Filippo ha sido mi maestro, pero no me gusta: un dramaturgo que ha tenido más de lo que merecía.
Aldo Giuffré
El mundo es de los vivos.
Carlos Fuentes
Si vuestra majestad lo ve así, entonces vuestra majestad no me ha interpretado bien, pues siempre he considerado sumamente indecoroso y absurdo que la mujer tome el puesto de instructora o maestra de su señor y marido; ella debe aprender de su marido y ser enseñada por él.
Catalina Parr
Contra lo que pueda pensarse, la memoria nunca se mira dos veces en el mismo espejo.
David Escobar Galindo
Quien añade sabiduría añade dolor.
Eclesiastés
El crimen en plena gloria consolida la autoridad por el miedo sagrado que inspira.
Emil Cioran
Me encantan las villanas, me fascinan las villanas, me divierto con ellas.. muchisimo, son la sal de la novela.
Frances Ondiviela
El temor no hace que no suceda lo que recelamos.
Francisco de Quevedo
La belleza que el artista expresa no puede despertar en nosotros una emoción cinética o una sensación puramente física. Despierta, o debería despertar, induce, o debería inducir, una stasis estética, una piedad ideal o un ideal terror, una stasis provocada, prolongada y al fin disuelta por aquello que yo llamo el ritmo de la belleza.
James Joyce
Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos a nadie.
Manuel Belgrano
Que nadie espera nada seguro de la astronomía, pues nada cierto nos ofrece; si al abandonar esta disciplina alguien toma por verdadero lo que fue hecho para otro uso acabará más loco que al meterse en ella.
Nicolás Copérnico
La propia posición de nuestra escuela, generalmente maravillada ella misma por la sonoridad de la palabra, por la memorización de los fragmentos, por la desvinculación de la realidad, por la tendencia a reducir los medios de aprendizaje a formas meramente nacionales, ya es una posición característicamente ingenua.
Paulo Freire
Un verdadero rey no es ni esposo ni padre; él cuida su trono y nada más.
Pierre Corneille
El corresponsal se preguntaba sinceramente, en nombre del sano juicio, cómo era posible que hubiese gente que considerase divertido remar en un bote. No era una diversión; era un castigo diabólico, y hasta un genio en aberraciones mentales no podría inferir jamás que se tratase de otra cosa que de un horror para los músculos y un crimen contra la espalda.
Stephen Crane
Más allá de las ideas de actuar bien y actuar mal, se extiende un campo. Allí nos encontraremos.
Yalal ad-Din Muhammad Rumi