La mayoría de las personas son otras: sus pensamientos, las opiniones de otros; su vida, una imitación; sus pasiones, una cita.
Oscar Wilde
Todos nacemos con igual condición; sólo por la virtud nos diferenciamos.
Anónimo
En la música, Frank Sinatra puso la voz, Elvis Presley puso el cuerpo... Bob Dylan puso el cerebro.
Bruce Springsteen
Los hombres son más tímidos de espíritu que de corazón; y más son los tiranos que fueron alzados por esclavos voluntarios que esclavos fueron sometidos por la tiranía.
Charles Pinot Duclós
Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo.
Dalai Lama
Pocos cobardes conocen la magnitud de su miedo.
François de La Rochefoucauld
Ser feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con ojos ebrios de luna.
Friedrich Nietzsche
No debe el Estado contraer deudas que tengan por objeto sostener su política exterior.
Immanuel Kant
Te miro y planeo una vida contigo cargada de sueños. Y si no se cumplen cuando despertemos, con la luz del día ya veremos lo que hacemos.
Ismael Serrano
Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo.
Jorge Luis Borges
Y por eso Gregorovius insistía en conocer el pasado de la Maga, para que se muriera un poco menos de esa muerte hacia atrás que es toda ignorancia de las cosas arrastradas por el tiempo.
Julio Cortázar
Es precisamente el débil quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacer daño al débil.
Milan Kundera
Ninguna persona es capaz de escoger sin miedo.
Paulo Coelho
¡Escribo música con un signo de exclamación!
Richard Wagner
No debe leerse nunca a un mal escritor, ni aun para desdeñarlo. Siempre hay un grumo de tontería que se pega.
Wenceslao Fernández Flórez
Al frente de la pequeña columna iba un SS que, como buen alemán, amaba a los niños, incluso cuando estaba a punto de verlos en camino hacia el otro mundo. Sentía especial aprecio por un muchacho de doce años, violinista, que llevaba su instrumento bajo el brazo. El SS le dijo que se pusiera en cabeza del cortejo y tocara, y así iniciaron la marcha.
Wladyslaw Szpilman