La humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Este y no otro es el pecado original.
Oscar Wilde
La eficacia de una propaganda política y religiosa depende esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en sí. Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento está bien conducido, prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea.
Aldous Huxley
Piensa en lo valioso.
Cleóbulo de Lindos
La gente cree saber lo que quiere pero generalmente no es así. Aunque a veces, con suerte, consiguen lo que se proponen.
Cormac McCarthy
No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años.
Edgar Allan Poe
Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
Ian McKellen
Sin sonrisa viene el hombre al mundo, y sin sonrisa se va; solamente fue feliz durante tres fugaces minutos.
Jean Paul
Las personas exitosas desarrollan diariamente hábitos positivos que les ayudan a crecer y a aprender.
John Maxwell
Ayer fue uno de los mejores y más hermosos días de mi vida. Probé los más grandes placeres. Dios me complació y me mostró las deslumbrantes maravillas de la esperanza eterna. Después de eso, ¿no parecerá como que no existe nada que me podría mantener atado a este mundo?
Louis Braille
Sólo en un árbol de la inmensa llanura las cigarras se agrupan.
Masaoka Shiki
Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.
Proverbio Ruso
La pobre no sabía que lo mejor de la santidad son las tentaciones.
Ramón María del Valle-Inclán
Pesada y molesta palabra es ruego.
Séneca
Sólo a aquellos que el destino ha golpeado, se les puede ayudar verdaderamente con el amor. Sólo ellos saben amar y ser amados como se debe amar: con gratitud y humildad.
Stefan Zweig
Al final del día, que no haya excusas, ni explicaciones, ni remordimientos.
Steve Maraboli
Si nuestro país fuera derrotado, desearía que encontráramos un campeón tan indomable como el señor Hitler para restaurar nuestro coraje y conducirnos otra vez al lugar que nos corresponde entre las naciones.
Winston Churchill