Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida.
Oscar Wilde
Todos sabemos la fascinación que ejerce el vicio del juego y qué difícil es también salirse de él.
Ann Radcliffe
Desconfía igualmente de aquel a quien no inmutan las injurias, como del que busca rápidamente las alabanzas.
Arturo Graf
Es feo en el arte lo que es falso, lo que es artificial, lo que pretende ser bonito y precioso, lo que sonríe sin motivo, lo que amanera sin razón, lo que se arquea o endereza sin causa, todo lo que carece de alma y verdad, todo lo que no es más que alarde de hermosura y y de gracia, todo lo que miente.
Auguste Rodin
La lluvia caída en tiempo tormentoso es muy poluta e impura en naturaleza, porque en ese momento los vientos violentos agitan las nubes de donde viene la lluvia.
Avicena
Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces la mejor manera de comunicarse es callando.
Eduardo Galeano
La fama es como un río que lleva a la superficie los cuerpos ligeros e hinchados, y sumerge a los pesados y sólidos.
Francis Bacon
Nuestra memoria es un mundo más perfecto que el universo: le devuelve la vida a los que ya no la tienen.
Guy de Maupassant
Todos los deseos del hombre son formales (libertad y poder) o materiales (referentes a un objeto), deseos de opinión o de goces, o bien, finalmente, se refieren a la mera duración de ambos, como elemento de la felicidad.
Immanuel Kant
Y si la ves en Linares-Baeza dile que le he escrito este son.
Joaquín Sabina
La Historia Universal es la de un solo hombre.
Jorge Luis Borges
Pero justamente porque soy valiente, tendrán aun más ganas de devorarme, para adquirir parte de mi coraje.
Lu Xun
Mi grandeza no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado siempre.
Marlene Dietrich
El mérito de Mahoma es haber fundado una religión prescindiendo del infierno.
Napoleón Bonaparte
La contradicción es la sal del pensamiento.
Octave Gréard
Agarrados del aire viviremos, no me importa dónde vamos. Apriétame bien la mano que un lucero se me escapa entre los dedos.
Roberto Iniesta