Soy mitad misógino mitad Adam enfurecido.
Oscar Wilde
La banana es la fruta más limpia, porque su cáscara la protege de insectos, gusanos y bacilos. Se exceptúan los insectos, gusanos y bacilos que atraviesan la cáscara.
Alfred Doblin
La mayoría de los ateos piensan que los valores morales son reales, pero ello no significa que sean objetivos. No pueden serlo. Un valor no es una cosa, es una función de la mente.
Dan Barker
Manos enjoyadas del rubí de mi deseo, la perla de mi tristeza y el diamante de mi beso: llevad a la fosa misma un pétalo de mi cuerpo, manos que sois la vida, manos que sois ensueño.
Delmira Agustini
Es tan arriesgado creerlo todo, como creer nada.
Denis Diderot
Lo ideal es que, en los temas culturales y de identidad, cada uno hable de sí mismo, respete al vecino y se organice como quiera. Yo no lo veo así, pero comprendo que desde fuera pueda hacerse este análisis.
Francisco Camps
No creo en Dios, pero le tengo miedo.
Gabriel García Márquez
El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.
Goethe
Damon no era popular en el colegio y yo creía que era un completo capullo. Lo primero que me dijo fue que sus zapatos eran más caros que los míos.
Graham Coxon
El hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia, únicamente indigestiones y torpezas.
Hippolyte Taine
El pueblo, del que en otro tiempo dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas, todo, ahora se desentiende y sólo desea con ansia dos cosas: pan y circo.
Juvenal
¡El sueño, nuestro mago, es un sublime y santo mentiroso!
Manuel Gutiérrez Nájera
La misión de Facebook es dar a la gente el poder de compartir y de hacer un mundo más abierto y conectado.
Mark Zuckerberg
Narrar, decía mi padre, es como jugar al póker. Todo el secreto consiste en parecer mentiroso cuando se está diciendo la verdad.
Ricardo Piglia
El coito es la consumación del amor; es decir; el fin del amor.
Salvador Elizondo
Pinta, no la cosa, sino el efecto que produce.
Stéphane Mallarmé