Todo hombre mata aquello que ama. Unos lo hacen con una mirada cruel; otros con una palabra halagadora. El cobarde lo hace con un beso; el valiente, con un cuchillo.
Oscar Wilde
Que todo cristiano, en este Año de la fe, descubra la belleza de haber renacido al amor de Dios y de vivir como verdadero hijo suyo.
Benedicto XVI
Estamos en este mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí.
Buda Gautama
No hay día más perdido que aquel en que no hemos reído.
Charles Chaplin
En la vida casi todo proviene de casi nada.
Henri-Frédéric Amiel
Al ampliar el campo del conocimiento no hacemos sino aumentar el horizonte de la ignorancia.
Henry Miller
Si se admite que la razón pura puede encerrar en sí un fundamento práctico, es decir, bastante para la determinación de la voluntad, entonces hay leyes prácticas, pero si no se admite, entonces todos los principios prácticos serán meras máximas.
Immanuel Kant
Y es que vi el final antes de querer empezar.
James Blunt
El poeta es un mentiroso que siempre dice la verdad.
Jean Cocteau
Adquiere en tu juventud lo que disminuirá el daño de tu vejez. Y si tú eres de los que cree que la vejez tiene por alimento la sabiduría, arréglatelas en tu juventud de tal modo que a tu vejez no le falte tal sustento.
Leonardo da Vinci
Lanza primero tu corazón y tu caballo saltará el obstáculo. Muchos desfallecen ante el obstáculo. Son los que no han lanzado primero el corazón.
Noel Clarasó
No hay objeto tan feo que, en determinadas condiciones de luz y sombra o de proximidad con otras cosas, no parezca bello. No hay objeto tan bello que en determinadas condiciones no parezca feo.
Las emociones de las personas que se ha dejado de amar siempre tienen algo de ridículo.
Cuando no tengo rojo, pongo negro.
Pablo Picasso
Únete a los que jamás dijeron: se acabó, aquí me detengo. Porque así como al invierno le sigue la primavera, nada termina: después de alcanzar tu objetivo hay que comenzar de nuevo, empleando en todo momento lo que aprendiste en el camino.
Paulo Coelho
El necio cree dar gusto y causa tedio.
Ramon Llull